Se
acaba de publicar el último número de la revista digital de arqueología
profesional LA LINDE. Y en él, mi colega de fatigas patrimoniales Álvaro Valdés
y yo, hemos publicado un artículo sobre el valor potencial las cocheras del
Metro de Cuatro Caminos, para la preservación del patrimonio industrial
madrileño.
Comenzamos
el texto describiendo el grado de amenaza de derribo que ha caído sobre estas
instalaciones, para poder urbanizar sobre el área en el que se encuentran. Y
entre las diversas actuaciones que se están llevando desde la plataforma
ciudadana Salvemos Cuatro Caminos, se
encuentra el informe que se presentó Dirección
General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid el 17 de
noviembre de 2014. Documento a partir del cual se ha desarrollado el mencionado
artículo.
Considero
importante recalcar que estas instalaciones pertenecen al conjunto de
construcciones originales del Metro de Madrid, inauguradas en 1919. Y al
respecto, a pesar de reformas y añadidos, aún conserva la estética original del
metropolitano madrileño. Y recuperarla pasa por una sencilla actuación técnica.
A
medida que la red de Metro iba creciendo más allá del tramo original Sol-Cuatro
Caminos, lo hacían las mencionadas cocheras con sucesivas ampliaciones
arquitectónicas para albergar el cada vez mayor parque móvil de la compañía. Y
de un proyecto original que empleaba viga-lucernario como módulo constructivo
que permitía la ampliación por repetición, se fueron pasando a métodos
constructivos más simplificados.
Respecto
al contexto urbano de las instalaciones, es interesante analizar como la
llegada del Metro a Cuatro Caminos transformo lo que hasta entonces había sido
una zona periférica de la capital. La Compañía
Urbanizadora Metropolitana (C.U.M.), filial de la Compañía Metropolitano Alfonso XIII (C.M.A.X.I.I.I.) desarrolló un
proyecto urbanístico cuyo máximo fueron los edificios
Titanic, junto a la mencionada glorieta. Así quedó transformada por
completo esta zona de la ciudad gracias a la instalación del Metro. Y las
cocheras de Cuatro Caminos fue un elemento clave en torno al cual se artículo
dicha urbanización.
Por
último, en el artículo, describimos la colección de trenes históricos del Metro
de Madrid. No sólo desde el punto de vista de inventario, sino analizando
también su importancia histórica. Son testigos físicos de las distintas
soluciones tecnológicas y económicas aplicadas por la compañía del ferrocarril
metropolitano a lo largo de su historia. De cara a su necesaria musicalización,
reivindicamos su traslado a las cocheras de Cuatro Caminos, como
"contenedor" idóneo para la adecuada contextualización de estos
trenes y su exposición al público.
El
otro día nos comentó un candidato a la alcaldía de la capital, que el mayor
motor económico que tiene actualmente la ciudad de Madrid es la cultura. Y la
cultura no sólo se resume a museos de arte. Añado que potenciando ese motor
podemos obtener la fuerza necesaria para reactivar otros sectores como la
actividad industrial.
En
el siguiente enlace podéis descargar el artículo:
Y
por último, dar las gracias a la dirección de LA LINDE, por la oportunidad
brindada.
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