Imagen obtenida gracias a Joaquín Cárcamo, procedente de la web www.thehenryford.org
Mi
curiosidad en torno a las primitivas máquinas de vapor se ha visto gratamente saciada esta
mañana gracias a Joaquín Cárcamo Martínez, la red social Facebook y esta
interesante instantánea. Según nos informa Joaquín Cárcamo, se trata de la
máquina de vapor del tipo Newcomen más antigua que existe en el mundo. Fue construida entre
1750 y 1760, y utilizada para el achique de las aguas de las minas de carbón
cercanas al río Medlock, cerca de Mánchester (Inglaterra). Tras permanecer años
abandonada, Henry Ford la compró y trasladó a Estados Unidos, en donde acabaría
siendo mostrada en el Henry Ford Museum de Dearborn, en Michigan.
Hasta
ahora desconocía la existencia de tal museo y de esta faceta sensible hacia el
patrimonio industrial por parte del padre de la fabricación en cadena. Tal vez
valoró la importancia que estos ingenios tuvieron tanto para permitir el
laboreo de minas como la creación de los canales que vertebraron la
Inglaterra del siglo XVIII. La industria metalúrgica no hubiera evolucionado
como lo hizo sin los necesarios aportes de carbón y hierro. Aunque toscas y con
una baja eficiencia termodinámica, estas máquinas de vapor atmosféricas lograron
superar los límites de profundidad alcanzados siglos antes por los
romanos. Y sin canales, la logística y comercio no hubiera prosperado como lo
hizo, décadas antes de la aparición del ferrocarril. Estas vías fluviales
fueron nutridas en muchos casos con las aguas extraídas de las propias minas.
En
la fotografía podemos ver a la máquina de vapor Fairbottom Bobs en su ubicación
original. Y en el vídeo al que os enlazo a continuación podéis apreciar el
estado actual de aquel lugar. Arqueología industrial pura y dura.