domingo, 21 de abril de 2024

Primeros buses urbanos de Madrid

 

Resulta que aquel chasis de autobús/camión que captó mi atención el pasado mes de septiembre en la sede del Museo de los Transportes de Londres en Acton, tiene más historia de la que pensaba. Y relacionada con Madrid.

Como ya comento en el vídeo que edité al poco de realizar aquella visita, Barcelona contó con autobuses urbanos similares. Pero resulta que Madrid también. Y tras leer los textos publicados por Albert González Masip y José Antonio Tartajo, me he animado a redactar este artículo sobre la vida que tuvieron aquellos primeros autobuses urbanos de mi Madrid. Ya adelanto que, en contra de lo que después se fue viendo y viviendo, en aquella ocasión el transporte rodado perdió la guerra comercial frente al ferrocarril en sus formatos urbanos: Metro y tranvías.


Estupenda ilustración del modelo de autobús Tilling-Stevens que circuló por Madrid.

El 19 de junio de 1921 se publicó en “La Voz” una noticia referente a un concurso que el Ayuntamiento de Madrid había convocado para conformar las primeras líneas de autobuses de la capital. Nos encontramos en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, brutal y mecanizado enfrentamiento bélico en el que los vehículos propulsados por motores de combustión interna habían demostrado su gran utilidad, dando el relevo progresivo a la tracción sangre. El transporte público en Madrid, hasta entonces, había corrido a cargo de carros tirados por animales, tranvías y el novedoso ferrocarril metropolitano. Respecto a los tranvías, recuerdo que el primer servicio traccionado con mulas data de 1871. El primer tranvía eléctrico fue puesto en servicio en 1898 y coexistieron otros de vapor para líneas en los extrarradios. Lo de los autobuses para servicio público con motor de gasolina, gasóleo u otro líquido capaz de inflamarse, era algo inédito.

Imagen del autobús Tilling-Stevens conservado en Acton, cedida por el Museo de los Transportes de Londres.


Aunque la explotación de aquellas líneas se haría a cargo de una empresa o sociedad privada, como viene siendo habitual en España desde los Austrias Mayores, la administración pública tenía que autorizar, supervisar, controlar, regular, decidir, etc., los aspectos técnicos de aquellos vehículos.


Recorte de prensa del 19 de junio de 1921. [Biblioteca Digital Hispánica/Biblioteca Nacional de España]

Al concurso se presentaron tres entidades, siendo una de ellas la Compañía Española de Autobuses. En contra de lo que el adjetivo daba a entender, se trataba de una asociación empresarial formada entre la potente casa Vickers y Tilling-Stevens, ambas británicas. Quienes me conocen y/o leen ya saben de mi insistencia por recalcar que en España no llegó a haber revolución industrial como tal. Que durante el siglo XIX nos mantuvimos bajo el manto de una especie de protectorado económico, en el que multitud de iniciativas industriales, mineras y de transporte fueron planteadas, proyectadas y explotadas por grupos inversores extranjeros. ¿Nos recuerda eso, en algo, a las circunstancias actuales? Aunque hubo casos de iniciativas patrias en torno al desarrollo tecnológico y económico de la nación, dignos de estudio y divulgación, ya bien entrado el siglo XX volvemos a encontrarnos casos como este en que el avance vino de la mano del anglo, galo o germano. Vamos, que lamento que no hubiese una firma española capaz de haber fabricado aquellos autobuses. 




Con el objetivo de dar a conocer su producto, Tilling-Stevens envío a Madrid una unidad del tipo TS3. Vino a Madrid por carretera desde Inglaterra previo paso por el Canal de la Mancha a bordo de un barco, ferri, galera, gabarra o cosa flotante. Gracias al investigador Albert González Masip sabemos que había sido matriculado en Inglaterra en septiembre de 1921. El 14 de noviembre de ese mismo año, “La Voz” informó que las casas Vickers y Tilling-Stevens habían decidido poner en servicio una serie de servicios provisionales que partían de la Red de San Luis, para que el público madrileño se familiarizase con las bondades de sus vehículos.


Autobús prestando servicio en la línea E. [railsiferradures.blogspot.com]

El caso es que se debió de establecer un segundo concurso por parte del Ayuntamiento. “La Voz”, en su número del 27 de abril de 1922 informaba de la apertura de pliegos presentados al concurso abierto por el consistorio para dotar a Madrid de un servicio de autobuses. Y las casas que compitieron fueron la mencionada simbiosis Vickers/Tilling-Stevens y la mítica Leyland. Se volvió a enviar otro vehículo por carretera desde Inglaterra, matriculado allí en marzo de 1922, del modelo TS3A.

Ficha del autobús Tilling-Stevens madrileño editada por el Consorcio Regional de Transportes de Madrid. [mediateca.educa.madrid.org]

Otra noticia publicada en “La Voz” el 21 de junio de 1922 da cuenta de que una comisión técnica formada por un representante del Centro Electrotécnico, otro del Real Automóvil Club, un ingeniero de vías públicas municipales y un ingeniero industrial emitió un dictamen favorable al modelo de autobús Tilling-Stevens. Así que no llegó a pasar un mes sin que la mencionada “Compañía Española…” se llevase el gato al agua. Se le otorgó una concesión por veinte años para explotar 24 líneas con el compromiso de dispone de una flota de 107 vehículos.

Magnífico documento cinematográfico sobre la llegada de la flota de autobuses TS3 a Madrid.

Para llevar a cabo la explotación se constituyó el 14 de septiembre de 1922 la Sociedad General de Autobuses de Madrid (SGAM). El 8 de octubre del mismo año la SGAM inició sus servicios con rutas especiales a la plaza de toros de Las Ventas con origen en glorieta de Bilbao, calle Alcalá y plaza de Canalejas. Y al día siguiente arrancó el servicio regular en la línea A. En total, las líneas e itinerarios de SGAM fueron:

Línea A: San Luis a Atocha, por Gran Vía, Cibeles y Paseo del Prado.

Línea B: Glorieta de San Bernardo a la Guindalera (final de Diego de León).

Línea C: Cibeles a Marqués de Urquijo.

Línea D: Sevilla a Ventas.

Línea E: Sol-Pozas.

Según Albert González Masip el parque estaba compuesto por autobuses de color rojo, lo que les valió el mote de cangrejos, como los tranvías de vía métrica que entonces también circulaban por Madrid.


Modelo TS3A restaurado y preservado por la Fundació TMB.


Según José Antonio Tartajo, la iniciativa estuvo lejos de ser un éxito. Sólo se aportaron 50 vehículos de los 107 prometidos y no se pusieron en servicio todas las líneas regulares contratadas. La Sociedad se dedicó a alquilar unidades de la flota para servicios especiales y organizar excursiones. Varias crisis sacudieron a SGAM con su correspondiente cambio en la directiva. Para intentar enderezar la situación, el Ayuntamiento permitió un cambio de modelo de autobús, con el aporte de 110 vehículos De Dion Bouton para reorganizar y mejorar los servicios. Empezaron a circular en octubre de 1924.


Es incuestionable que la llegada de los autobuses supuso una revolución en el transporte.


Modelo De Dion Bouton circulando por Madrid. [blog.emtmadrid.es]

Pero en enero de 1925 a SGAM le dio por rebajar sus tarifas en aquellas líneas en que competía con el Metro y los tranvías; al cabo de un año estaba arruinada. Sobre esta carrera competitiva, Albert González Masip aporta un factor que me parece interesante. El pavimento adoquinado de las calles madrileñas debía de hacer la experiencia de viaje a bordo de estos autobuses poco gratificante. Tal y como vi en el modelo preservado en Londres, sus ruedas estaban constituidas por bandas de caucho macizas. En 1923 se dotó al coche número 25 de neumáticos pero el resultado no fue el esperado y no se aplicó la medida en el resto del parque móvil.


Coche número 25 dotado de neumáticos. [blog.emtmadrid.es]

Todo fue de mal en peor y SGAM declaró la quiebra el 15 de junio de 1926. El servicio de autobuses cesó definitivamente el 11 de febrero de 1927. Irónicamente, aquella primera batalla competitiva entre transporte rodado y ferroviario se terminó decantando por los caminos de hierro urbanos. 

Los TS3 Madrileños en la Sagrera esperando su reconstrucción para ser reutilizados en Barcelona. [railsiferradures.blogspot.com]


ASPECTOS TÉCNICOS

He querido hacer primero una introducción histórica sobre la vida que aquellos primitivos autobuses de Madrid. E intuyo, por los datos que he acariciado, que el asunto da para más. ¿Por qué no llegaron más unidades TS3 a Madrid? ¿Por qué tuvo la SGAM una actitud tan trapera en cuanto a cumplir con los servicios comprometidos con el Ayuntamiento de Madrid? ¿Pudo haber gestión negligente por parte de sus administradores? Me da que el asunto tiene miga y puede dar para un libro. Pero ahora voy con lo que, como ingeniero, me cautiva de ellos; su transmisión eléctrica.

Con los vehículos destinado al transporte por carretera hemos estado acostumbrados a que la energía mecánica proporcionada por el motor de combustión (gasolina, diesel, gas, alcohol…) llegase a las ruedas pasando por una caja de cambios y un embrague. El modelo de autobús TS3 tenía poco de todo eso.

El vídeo que edité explicando las partes y funcionamiento del TS3 conservado en Acton, muy cerca de Londres.

En el TS3 el motor de combustión hacía girar un generador eléctrico de corriente continua. Dicha corriente llegaba a través de cables a un motor eléctrico, también de corriente continua, acoplado al diferencial de las ruedas traseras. De esta manera se hacía innecesario tener caja de cambios y embrague. Sobre el motor eléctrico no se ejercía ningún tipo de regulación. A medida que se pisaba el acelerador, el motor de gasolina aumentaba sus revoluciones y, en consecuencia, crecía la energía proporcionada por el generador.


En color gris podemos apreciar el motor de tracción, con el eje que sale de él hacia el diferencial de las ruedas. El generador está pintado en color rojo. [https://en.wikipedia.org/wiki/Tilling-Stevens]

El concepto que estoy describiendo es el que ya entonces se estaba ensayando para la tracción diésel en ferrocarril. A partir de determinada potencia, el empleo de cajas de cambios y embragues resultaba (y sigue resultando) un incordio técnico y económico. Una de las ventajas obtenidas con el TS3 fue aislar el motor de gasolina de las vibraciones y golpeteos procedente de la suspensión de las ruedas motrices. Algo que no debió de ser moco de pavo al circular por las adoquinadas y bacheadas (no se por qué, pero me las imagino así) calles de Madrid. 

En 1925 General Electric, en asociación con Ingersoll-Rand y American Locomotive Company (ALCO), creó un modelo de locomotora diésel-eléctrica que resultó ser un éxito comercial.


Considero, y no soy el único, al modelo TS3 como un antecesor de los actuales autobuses híbridos. Con la salvedad de que el TS3 no contaba con baterías en las que almacenar la energía regenerada por el motor eléctrico durante el proceso de frenado electrodinámico. Es más, por lo que he visto hasta el momento, el TS3 no contaba con la opción de freno electrodinámico. Cuando lo vi de cerca en Acton no aprecié resistencias para la disipación de energía. Y entiendo tal carencia dadas las bajas velocidades que el cacharro debía de alcanzar y el poco espacio disponible. Otra cualidad de los vehículos híbridos es aprovechar la marcha del motor de combustión interna a bajas revoluciones, durante las paradas, para recargar las baterías de tracción. Cosa que tampoco se aplicó en el TS3. Francamente creo que los ingenieros que lo diseñaron tuvieron esas opciones en mente. Pero ya bastante tenía el TS3 con su propio peso y el de los viajeros como para sobrecargarlo con pesadas baterías de plomo.

Vista en primer plano del diferencial y la junta cardan de transmisión de movimiento. [https://en.wikipedia.org/wiki/Tilling-Stevens]

Alguien se estará preguntando que por qué aquella opción “híbrida” dejo de usarse y durante décadas imperaron los autobuses y camiones con cajas de cambios y embragues. Sin considerarme un experto en esa cuestión, se que fueron evolucionando y mejorando. Se pasó de la caja de cambios manual a las automáticas, en las que el oportuno paso de una marcha corta a larga, o viceversa, ya no se delegaba en la pericia del conductor.

Imagen en detalle del colector de delgas del motor de tracción. [https://en.wikipedia.org/wiki/Tilling-Stevens]


Pero la evolución tecnológica de las máquinas eléctricas, baterías y sobre todo (a mi juicio) la electrónica de potencia, han hecho posible rescatar el concepto diésel-eléctrico o “gasolino-eléctrico” en pos de la mejora del rendimiento. Con los vehículos híbridos, al final, caldo hay que echar (gasolina, gasóleo, gas natural, alcohol o cualquier otro fluido que arda). El gran avance está en mejorar el rendimiento. Aprovechar la energía producida por el motor eléctrico durante las frenadas, almacenándola en las baterías de tracción y/o condensadores para luego consumirla en procesos de aceleración. Aprovechar momentos de parada para recargar las baterías. O, si se puede, enchufar estás a la red por la noche (que la energía está más barata) y "quemarla" durante el día ahorrando combustible.


Imagen en detalle del colector de delgas del generador. [https://en.wikipedia.org/wiki/Tilling-Stevens]

Casi siempre que he podido viajar en taxis híbridos sus conductores me han confirmado el enorme ahorro en combustible que les ha supuesto tal tecnología. Al menos, para el oficio del taxi y en entornos urbanos.

En fin, que vuelvo a lamentar que no quedase ningún TS3 de aquella flota preservado en Madrid, a diferencia de lo que sí ha sucedido en Barcelona. No obstante si quiero destacar que desde la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) se ha hecho un esfuerzo importante por preservar una importante flota de autobuses históricos. Tenemos un buen contenido, pero lo triste es lo del contenedor.


Actualmente la colección de autobuses históricos de la EMT se encuentra expuesta en las cocheras de Fuencarral. Pero como seguimos padeciendo de fiebre urbanística, está planificado demoler dichas instalaciones. Algo he oído de que hará una nueva edificación para albergar un merecido y justificado museo de la EMT… pero contamos con ejemplos a nivel nacional en que tras el paso de las máquinas de demolición, la prometida dotación cultural ha terminado siendo un secarral más objeto de más especulación.


Desde mi ignorancia, en sí, no me considero en contra de la operación Madrid Nuevo Norte. Hay muchas facetas urbanísticas que arreglar por esa zona y oportunidad para la construcción de nueva vivienda. Lo que me mata es la falta de protección patrimonial, entre otras cuestiones. Que no se respeten mínimamente instalaciones históricas que, en este caso, son el contexto perfecto para una colección de autobuses históricos.


Modelo TS3 de 1924 adquirido por TMB en 2011, TMB a un coleccionista británico. [Foto de Miguel Ángel Cuartero/La Vanguardia]


Detalle del puesto de conducción del coche de 1923 adquirido por TMB a un coleccionista británico en 2011. [Foto de Miguel Ángel Cuartero/La Vanguardia]

Ya sucedió con las cocheras y talleres de Cuatro Caminos. Cuando estuvimos viendo el museo de Acton, lo que tienen allí preservado, trabajos de restauración, exposición, divulgación… me puse malo pensando que podíamos haber tenido algo similar en Cuatro Caminos, en pleno centro de Madrid. Otra oportunidad perdida. Como aquellas oportunidades que se dejaron escapar en España durante el comienzo y auge de la era industrial. Y que terminaron siendo aprovechadas y exprimidas por corporaciones extranjeras.


Pensar en las oportunidades perdidas para Madrid con la demolición de las cocheras y talleres de Cuatro Caminos, me pone enfermo.


Hermosos tranvías preservaros en Acton.

Vehículo para servicios auxiliares del Metro de Londres expuesto en el patio exterior de Acton.

Artículos varios que pude adquirir en el museo de Acton tirados de precio. Además de la tienda oficial, hay puestos tipo Rastro.


FUENTES CONSULTADAS

  • https://en.wikipedia.org/wiki/Tilling-Stevens
  • https://railsiferradures.blogspot.com/2013/11/tilling-stevens-y-la-compania-general.html
  • https://www.lavanguardia.com/cultura/20220612/8331168/barcelona-secreta-primer-autobus-circular-barcelona-tmb-modelo-tilling-stevens.html
  • https://fundacio.tmb.cat/es/patrimonio-historico/fondo-vehiculos/tilling-stevens-ts3a
  • https://memoriademadrid.blogspot.com/2018/02/los-primeros-autobuses-de-madrid.html
  • https://blog.emtmadrid.es/2021/10/14/los-precedentes-de-emt-la-sga/
  • https://electrovia.blogspot.com/
  • https://www.ltmuseum.co.uk/collections/collections-online/vehicles/item/1982-29-part-0