Uno de los mayores errores
históricos cometidos en España fue la adopción de un ancho de vía superior al
que se estaba implantando en naciones como el Reino Unido, Francia o Alemania.
El ancho de vía de la red de ADIF es de 1668 mm cuando en la mayoría de los
países europeos es de 1435 mm. Esto nos ha traído graves consecuencias
económicas a la hora de exportar mercancías en la frontera francesa. Transbordos de embalajes de unos trenes a otros, cambio de ejes o sistemas de rodadura
desplazables han sido las soluciones técnicas al problema. Y el predominio de
una u otra debe de ir en función de parámetros económicos.
La solución técnica desarrollada por
CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) consiste en un sistema de
rodadura que se adapta de un ancho a otro de forma dinámica, en tan sólo 3
segundos. No se modifica el sistema de rodaje mediante bogies y esto permite poder aplicarlo a cualquier tipo de tren. El sistema BRAVA permite
circulaciones hasta los 290 km/h.
La solución técnica aportada no debe
repercutir en parámetros de confort y capacidad de adaptación del material
rodante a las diferentes demandas de tráfico. De otra forma, se seguiría
condicionando la explotación y rentabilidad del ferrocarril.
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