Los
trabajos de restauración de la locomotora Aliva aun continúan, centrados en los
complementos y accesorios de la caldera. Al ser ésta la original, está siendo
muy laborioso rehacer juntas y válvulas que garanticen la perfecta estanquidad
del recipiente de cara a la prueba de presión.
Se
ha seguido trabajando en los grifos de cierre de los inyectores. Para ello ha
sido necesario usar una cepilladora a fin de mecanizar el vástago sobre el que
se asienta el volante de uno de ellos.
Por
otro lado, hemos tenido que desmontar el cuerpo de introducción de agua a la
caldera. Consta de dos válvulas por inyector. Una es anti retorno para evitar
que fluya el agua caliente hacia los inyectores. Y la otra es un grifo para
cierre en caso de avería. Pero la operación de desarme de dichas válvulas nos
ha vuelto a demostrar la divergencia existente entre práctica y teoría.
Al
principio no éramos capaces de desenroscar los grifos del cuerpo de
introducción. Seguramente las incrustaciones, el óxido y la propia fuerza de
apriete inicial de la unión hacían que los esfuerzos con la llave inglesa fuera
inútiles e incluso peligrosos. Al final, ha resultado que tener las piezas
sumergidas en una disolución ácida durante una semana y el calor de un soplete,
han permitido desarmar el conjunto. Tras esto, pudimos ver como los conos de
cierre estaban en mal estado y era necesario mecanizar otros nuevos.
Volver
a ensamblar el conjunto no ha sido nada fácil. Asegurar la correcta
estanqueidad ha sido todo un reto de paciencia y fuerza. Además de lijar bien
las superficies de las juntas de bronce, hemos tenido que apretar los tornillos
a verdadera conciencia. Y realizar la operación varias veces hasta conseguir
que no saliese no una sola gota de agua de la junta. Finalmente conseguimos
volver a armar el conjunto y montarlo en la caldera sobre una junta de cobre
recocido nueva.
Primer intento para desenroscar el grifo con calor
Aplicación de fuerza bruta
Tareas de limpieza del cuerpo de introducción
Nuevas juntas de cobre recocido
Nuevo cono recién mecanizado
Fuerza y estopa para enroscar los grifos
Prueba definitiva de estanqueidad
El cuerpo de introducción otra vez en su sitio y sobre una junta nueva
Pero
la parte que más he disfrutado junto con mi compañero y amigo Andrés Sánchez
Ruiz fue el estudio del generador eléctrico de la locomotora. Se trata de una
máquina de corriente continua accionada por una turbina axial de vapor. De
manera semejante a como se hace en las grandes centrales termoeléctricas. Pero
con particularidades propias de una planta de energía eléctrica pensada para
una locomotora de vapor.
Bajando el generador
Detalle de la placa de fabricante y tapa para el llenado del cárter
Generador con las conexiones eléctricas a la vista y el cuerpo de regulación quitado
Hemos
hecho descubrimientos curiosos como la presencia de resistencias variables a
parte del propio generador. Pero lo más sorprendente ha sido estudiar el
sistema de regulación de la turbina, para que esta trabaje con un valor nominal
de revoluciones. No obstante, vamos a reservarnos la descripción completa para
otro momento y espacio. Es un aparato sumamente interesante desde el punto de
vista de la ingeniería eléctrica y la arqueología industrial. Así que queda
pendiente y prometido un artículo (o varios) en el que hablemos de la máquina
eléctrica, la turbina y el sistema de regulación con su singular mecanismo de
lubricación.
Resistencias variables
Turbina y embrague centrífugo
Sistema de regulación desmontado
Detalle del accionamiento sobre la entrada de vapor
Prensaestopa y admisión de vapor a la turbina
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