Hoy,
día de los difuntos, la locomotora Áliva nº 4 del Centro de Iniciativas
Ferroviarias VAPOR MADRID, ha vuelto a la vida. Tras la primera circulación
efectuada el pasado verano, que la despertó de un letargo de más de 40 años,
este ingenio mecánico ha vuelto a rodar por las vías del Tren de Arganda.
Durante
este paréntesis de tiempo se han llevado a cabo trabajos para la mejora del
aparato motor. La experiencia del primer encendido con circulación sirvió para
observar puntos a mejorar. Entre otros, la potencia entregada por la
locomotora.
El
aparato motor de la locomotora es del tipo más sencillo, con dos cilindros
exteriores, simple expansión y distribución plana. Y sobre él recae una tarea
fundamental ya que ha de satisfacer las siguientes exigencias: potencia y
velocidad variable, facilidad de maniobra, seguridad funcional y elevado
rendimiento. Como conjunto de órganos, se divide en los encargados de la
distribución del vapor a los cilindros y los órganos motores propiamente
dichos: cilindros, pistones, cruceta, bielas motrices y de acoplamiento, y
manivelas.
Se
consideró necesario retrasar la puesta en servicio de la locomotora con el fin
de mejorar los elementos anteriormente descritos. A los años de abandono
sufridos a la intemperie hay que sumar el desgaste propio acusado por la
máquina hasta el fin de su servicio comercial. Esto ha supuesto mecanizar
superficies para dotarlas de la calidad geométrica apropiada y mejorar la
estanquidad de los pistones. Y todo esto supone tener que desarmar bielas,
cojinetes y crucetas, que luego hay que reajustar debidamente para obtener un
movimiento lo más armónico posible.
No
obstante, el trabajo no ha concluido. Hay cuestiones que atender y solucionar,
tales como repasar juntas estancas, casquillos y cuñas de aprietes. Pero son
pequeños problemas que se esperaban, ya que un conjunto mecánico de esta índole
y con las características descritas no se ajusta en un solo día. Lo raro sería
lo contrario.
En
las pruebas llevadas a cabo esta mañana, nuestra querida Áliva ha demostrado
tener más potencia que en la circulación anterior. Su rendimiento ha mejorado y
demostrado aptitudes para poder traccionar el Tren de Arganda.
Vuelvo
a insistir en que lo logrado ha sido fruto del trabajo en equipo de los
miembros de VAPOR MADRID. Esa es la verdadera clave para poder recuperar y
gestionar un ferrocarril histórico.
Felicidades por la puesta en marcha de la Oliva y sobre todo por contarlo. Muchas gracias Antonio
ResponderEliminarAntonio Manuel, magnifico tu trabajo, desde el punto de vista técnico y didáctico. ¡Enhorabuena paisano!
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