Menudo
gustazo acabar los exámenes. He salido de la escuela a eso de las seis y media
con los sesos abrasados. Lo cachondo del asunto, es que tanto desear acabar y
de pronto me he visto sin saber que hacer o para donde tirar. Menos mal que me dio
por llevarme la cámara compacta. Decidí pasar el rato fotografiando trenes.
Primero en Atocha y luego en Chamartín. He pasado frio pero me ha reconfortado.
Para mí, es como ir a pescar.
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