El otro día, para celebrar mi aprobado en Estadística y
consolarme ante los abatares de la gripe moderada, me hice un autorregalo.
Llevo muchísimos años con ganas de iniciarme en el mundo de la robótica pero
nunca he tenido ocasión. En cambio, ahora siento que soplan nuevos vientos en
mi vida. El estar a punto de acabar la carrera se esta traduciendo en menos
agobio, menos austeridad y un montón de conocimientos y técnicas para resolver
problemas.
El
juguetito que presento, como tal, no es un robot. Me refiero que no cuenta con
automatismos, mas es cierto que es cuestión de ingenio añadírselos. Pero en
cambio, por unos 50 euros, es un kit para montar, con el cual se puede aprender
los principios básicos de la robótica. Estoy deseando que llegue mi último
exámen (el viernes que viene) y tras un poco de respiro y relax, ponerme a
ensamblar piezas.
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