En
España solemos caracterizarnos por llegar tarde. Llegar tarde a citas,
inauguraciones de periodos históricos en el contexto internacional o
revoluciones tecnológicas. Si bien es cierto que estas afirmaciones negativas
sobre nuestra nación son relativas y en muchas ocasiones fruto de la leyenda negra, hemos de ser críticos y
constructivos sobre nuestros defectos para mejorar. Es innegable la tardía y
relativa asimilación hispánica de la revolución industrial. Y de la misma
manera nos está sucediendo ahora con la protección del Patrimonio Industrial.
Foto Biblioteca Militar de Sevilla
Entiendo
el Patrimonio Industrial como el conjunto de testigos físicos de nuestro pasado
industrial, junto con la memoria del trabajo, los trabajadores, técnicas y
medios de producción. Y es algo que en cuestión política disocio de izquierdas o derechas, caducos esquemas de catalogación del poder que a mi
entender quedan obsoletos para atender y resolver los problemas actuales de los
ciudadanos. Y que en la definición de dicho patrimonio incluyo los edificios,
instalaciones y maquinarias que representan la historia de nuestras fuerzas
armadas.
El
presente texto está dedicado a la historia, presente y oscuro futuro del Taller
de Precisión de Artillería, ubicado en el centro de Madrid y sobre el que ha caído
la condena de demolición para dar lugar a un lujoso conjunto de viviendas. Bajo
intereses especulativos, rentabilidades rápidas y jugosas, volvemos a perpetuar
el modelo económico que nos ha llevado a la actual crisis económica, de la cual
un servidor no se siente que estemos saliendo. Aún queda mucho que luchar y
destruir instalaciones industriales que puedan dar lugar a nuevas actividades
económicas y sociales no nos va a ayudar a levantar cabeza.
Biblioteca Militar de Sevilla
Debemos
vincular la historia del Taller de Precisión de Artillería a la historia de
nuestra arma de artillería. Durante el siglo XIX hubo diversos planes e intenciones
para desarrollar una institución centrada en la metrología y precisión de las
producciones militares. Finalmente y en el fatídico año del desastre de
ultramar, la Real Orden de 26 de febrero de 1898 decretaba el establecimiento
del Taller de Precisión de Artillería. La ubicación debía de ser una
"parcela en adecuadas condiciones de aislamiento" y para ello se
eligió el Ensanche Norte de Madrid, apenas urbanizado. Se trata de la actual
manzana delimitada por las actuales calles de Maudes, Alonso Cano, Modesto
Lafuente y Raimundo Fernández Villaverde.
Plano de Madrid de Facundo Cañada (1900) Unidad SIG, CCHS-CSIC
El
proyecto inicial depositado en el Archivo de la Villa constaba de siete
pabellones dedicados a motores y electricidad, laboratorio de análisis químico,
laboratorio de pruebas mecánicas, taller de construcción y reparación, oficinas
gabinetes y dependencias, almacén y en el centro el pabellón de metrología. Básicamente
esta fue la distribución que se llevó a cabo y se trata de una instalación
industrial en toda regla.
Plano de Madrid de Pedro Núñez Granés (1910) Unidad SIG, CCHS-CSIC
El
Taller de Precisión de Artillería fue uno de los primeros edificios en los que
se aplicó el hormigón armado para la estructura, usando el Sistema Hennebique. Posiblemente se trate del edificio más antiguo
de Madrid construido con este material.
En
1913 se acometió la segunda y única ampliación del terreno del TPA. La
Comandancia de Ingenieros inició el expediente para expropiar el tercio de la
manzana restante, propiedad de la Condesa de Mendoza Cortina. Tras la
adquisición de la parcela, el conjunto se extendió en dirección norte. Se
construyó el taller mecánico aplicando la tipología de nave en diente de sierra
y para monumentalizar el acceso se levantó una nueva reja de cuidada y hermosa
confección. La última actuación que cabe señalar fue la construcción de una pequeña
nave en el patio central, en los años 60.
En
un nuevo acto de desprecio hacia nuestra historia y legado material, en
noviembre de 2014, el Ministerio de Defensa vendió el solar ocupado por el TPA
a Domo Gestora por 111,5 millones de euros, con el objeto de levantar una
lujosa urbanización sobre el solar de 14.500 metros cuadrados.
El
pasado 18 de noviembre la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid
aprobó el plan urbanístico que implica la demolición del TPA y el visto bueno a
la construcción de 335 viviendas libres. Con los votos a favor de Ahora Madrid
y del Partido Popular, en contra del PSOE y la abstención de Ciudadanos, el
poder político permitió un paso más hacia el fin del TPA.
La
aprobación definitiva del plan urbanístico estaba prevista para el pasado 25 de
noviembre, pero el Ayuntamiento decidió aplazarla a un pleno extraordinario y
convocar una mesa informativa con la participación del Ministerio de Defensa,
asociaciones de vecinos y los representantes de la promotora.
Como
expuso Nines Nieto, de Ecologistas en Acción, de EL PAIS, la viabilidad del
proyecto se puede llevar a cabo gracias a dos modificaciones de la Ley del
Suelo de la Comunidad de Madrid que el Partido Popular aprobó en solitario en
2011 y 2013: "Una permite pagar dinero para no tener que ceder suelo para
uso público a la hora de construir edificios privados en un solar. La otra hace
posible contabilizar como zona verde pública el espacio privado del interior de
la manzana". El resultado, según Nines Nieto, es la privación a los vecinos
del 80% del suelo público, al que tienen derecho. Y todo esto en el barrio de
Madrid con menos áreas verdes de toda la ciudad y con pleno desprecio hacia el
TPA, uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura industrial
madrileña, como indicó mi colega y compañero Álvaro Valdés. Además, según
Valdés, el jardín interior del TPA cuenta con árboles centenarios, merecedores
de protección.
Con
este panorama, el pasado 29 de noviembre, se aprobó el plan urbanístico que
permitirá la demolición del TPA. La iniciativa dividió al partido en el gobierno, Ahora
Madrid, seis de cuyos ediles votaron en contra. También lo hizo el PSOE y en
cambio apoyaron el plan 13 ediles de Ahora Madrid, incluida la alcaldesa, el
Partido Popular y Ciudadanos. Curioso caso de amor entre dos partidos
antagonistas y enfrentados ferozmente bajo los casposos esquemas políticos de izquierdas y derechas.
Que esto nos sirva de ejemplo para dar un paso más en nuestra madurez
democrática y valorar a los políticos por sus actos, no por las mismas que nos
sueltan. Y asumir que si los ciudadanos delegamos cómodamente y no controlamos
al poder político, no seremos más que rebaños pastoreados en sus campos.
Paradójicamente,
el actual equipo de gobierno de izquierdas
continúa desarrollando los planes
urbanísticos emprendidos en su momento por el anterior partido en el poder, el
derechoso Partido Popular. Bajo el mando de su concejal de urbanismo, José
Manuel Calvo, los proyectos para borrar del mapa edificios históricos siguen adelante.
Y todo ello habiendo firmado Ahora Madrid un Pacto contra la Especulación antes
de las elecciones que les otorgaron las riendas del gobierno de esta ciudad.
Según
la edil del PSOE, Mercedes González, "Madrid sigue siendo escenario de un
inagotable proceso de privatización del patrimonio público" y acusó a la
alcaldesa, Manuela Carmena, de ser colaboradores necesarios en este proceso de
expolio público. Ni siquiera se ha negociado con la cooperativa Domo Gestora la
reordenación de la viviendas y la combinación de intereses públicos y privados.
Espero
que lo acontecido, dentro de lo malo, sirva como un paso adelante en la defensa
de nuestro patrimonio histórico e industrial. Creo que se pueden combinar
intereses privados y públicos, pero con criterio, transparencia y control ciudadano.
Debemos de acabar con la dinámica de arrasar espacios históricos en favor de
intereses privados y con el relativo beneficio monetario para las arcas
públicas.
Enlace al informe sobre el valor patrimonial del TPA:
Uno más. Un articulo más cargado de razón y critica. Con el que se denuncia el defecto de éste nuestro País. Empeñado en menospreciar y olvidar un Patrimonio que la historia nos ha dejado y que no le preocupa conservar.
ResponderEliminarDada la salvajada de demoler un complejo tan singular y de tan alto valor arquitectónico e histórico como EL TALLER DE PRECISIÓN Y CENTRO ELECTROTECNICO DE ARTILLERIA,con mas de 110 años de historía y que se tendrÍa que haber dedicado a museo , centro de interpretación sobre la Guerra Civil Española , además de otras muchas funciones culturales de las que estamos tan escasas en España , por ejemplo el museo de metrología , pesas y medidas que si existe está fuera del acceso al público; que mejor sitio que una zona céntrica para disfrute de toda la población y no para que se lucren unos despiadados ESPECULADORES, se podia haber cancelado la operación devolviendo el dinero a los de la famosa cooperativa que se hace llamar residencial Maravillas, el daño ya es irremediable y lo unico que podemos desear es que les caiga encima toda la desgracia y mala suerte a los responsables de que se ejecute esta barbaridad de demolición y desear que el nuevo edificio que se levarte alli esté perseguido de por vida por la desgracia tales como incendios , accidentes ,robos , actos vandálicos, etc , ( no olvidemos que está muy próximo al antiguo emplazamiento del edificio Windsor , y el demonio anda cerca ) y poder celebrar en los bares y restaurantes mas próximos dicha desgracia en memoria del desaparecido T.P.Y.C.E.A
ResponderEliminarMi padre era ingeniero de armamento y trabajo y vivio allí con mi madre y hermanos. Tiempo bonito para recordar
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