domingo, 1 de julio de 2012

Tren y naturaleza


    


      Vivir en una urbe como Madrid exige tener que realizar salidas periódicas en busca de silencio, aire puro y algo de naturaleza. Una buena opción es viajar hasta el Parque Natural de Peñalara, en la Sierra de Guadarrama. Dicho desplazamiento, además, puede realizarse en ferrocarril, primero hasta Cercedilla y luego en el tren de vía métrica hasta Los Cotos. Los dos trayectos están integrados en la red de Cercanías de Madrid. Lamentablemente, RENFE mantiene una actitud consistente en denigrar los servicios ferroviarios convencionales frente a los de alta velocidad. En este caso, esto se plasma en que los trenes que efectúan el servicio Guadalajara-Madrid-Segovia, carecen de retretes. Son unos cuantos kilómetros como para privar a los usuarios de derecho a evacuar aguas menores y mayores. Esto se adereza con asientos duros y sin cabecero cuando se trata de los trenes de dos pisos. Opino que esto es tercera clase moderna y climatizada.








La línea Cercedilla-Los Cotos es la única de ancho métrico explotada por RENFE. Fue inaugurada en 1923 hasta el Puerto de Navacerrada y ampliada en 1964 hasta Los Cotos. Desde la inauguración, han prestado servicio tres generaciones distintas de unidades eléctricas, especialmente adecuadas para la explotación con rampas de hasta 70 milésimas, curvas de hasta 50 metros de radio y dura climatología invernal. Por suerte, actualmente el servicio se presta con las unidades de tren de la serie 442. Fueron construidas por Maquinista Terrestre y Marítima, Browun Boveri y Secheron. Entraron en servicio en 1976 las primeras unidades. Se alimentan en corriente continua a 1.500 voltios y disponen de sistema de velocidad prefijado. En 1997 se les implantó un autómata de mando electrónico con el fin de controlar la tracción y el frenado. Para los aficionados al ferrocarril, disponen del encanto añadido consistente en asientos de eskay, ventanas que se pueden bajar y motores de corriente continúa con su característico sonido.


El Parque Natural de Peñalara es una de las joyas ecológicas de las que disponemos en la Comunidad de Madrid. Además de la fauna y flora, es uno de los lugares donde nacen los ríos que nutren los embalses que abastecen a Madrid. Y Madrid es lo que es gracias, en gran parte, a su suministro de agua. Es en este valle donde nace el río Lozoya, que se nutre de las nieves que se posan sobre sus cumbres. Incluso en estos días de verano, es posible ver restos de nieve. Es un paisaje natural excepcional que brota entre las dos castillas. 







Se pueden admirar vacas, anfibios, lagartijas, aves diversas e incluso un simpático zorro que no teme de las intenciones humanas. En definitiva, se trata de un espacio que merece ser admirado y cuidado. Ofrece muchas rutas y opciones para senderismo y demás actividades de montaña. 



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