martes, 1 de noviembre de 2016

El Despertar de Áliva II

Hoy, día de los difuntos, la locomotora Áliva nº 4 del Centro de Iniciativas Ferroviarias VAPOR MADRID, ha vuelto a la vida. Tras la primera circulación efectuada el pasado verano, que la despertó de un letargo de más de 40 años, este ingenio mecánico ha vuelto a rodar por las vías del Tren de Arganda.

Durante este paréntesis de tiempo se han llevado a cabo trabajos para la mejora del aparato motor. La experiencia del primer encendido con circulación sirvió para observar puntos a mejorar. Entre otros, la potencia entregada por la locomotora.





El aparato motor de la locomotora es del tipo más sencillo, con dos cilindros exteriores, simple expansión y distribución plana. Y sobre él recae una tarea fundamental ya que ha de satisfacer las siguientes exigencias: potencia y velocidad variable, facilidad de maniobra, seguridad funcional y elevado rendimiento. Como conjunto de órganos, se divide en los encargados de la distribución del vapor a los cilindros y los órganos motores propiamente dichos: cilindros, pistones, cruceta, bielas motrices y de acoplamiento, y manivelas.
Se consideró necesario retrasar la puesta en servicio de la locomotora con el fin de mejorar los elementos anteriormente descritos. A los años de abandono sufridos a la intemperie hay que sumar el desgaste propio acusado por la máquina hasta el fin de su servicio comercial. Esto ha supuesto mecanizar superficies para dotarlas de la calidad geométrica apropiada y mejorar la estanquidad de los pistones. Y todo esto supone tener que desarmar bielas, cojinetes y crucetas, que luego hay que reajustar debidamente para obtener un movimiento lo más armónico posible.



No obstante, el trabajo no ha concluido. Hay cuestiones que atender y solucionar, tales como repasar juntas estancas, casquillos y cuñas de aprietes. Pero son pequeños problemas que se esperaban, ya que un conjunto mecánico de esta índole y con las características descritas no se ajusta en un solo día. Lo raro sería lo contrario.







En las pruebas llevadas a cabo esta mañana, nuestra querida Áliva ha demostrado tener más potencia que en la circulación anterior. Su rendimiento ha mejorado y demostrado aptitudes para poder traccionar el Tren de Arganda.

Vuelvo a insistir en que lo logrado ha sido fruto del trabajo en equipo de los miembros de VAPOR MADRID. Esa es la verdadera clave para poder recuperar y gestionar un ferrocarril histórico.