domingo, 28 de febrero de 2016

Rescate de un SEAT 1500 y visita al ClassicAuto 2016

Ayer la cosa fue de coches clásicos. A primera hora de la mañana mi amigo Andrés Sánchez Ruíz compró un SEAT 1500 que se ha pasado un montón de años a la intemperie en una finca de Leganés. Se trata de un modelo es un Seat 1500 familiar último modelo. Tiene un motor Perkins 4-108 y la caja de cambios está modificada para contar con una quinta marcha. La original llevaba el cambio en la columna de la dirección y 4 velocidades. 


Según hemos podido ver, en un origen fue coche patrulla de la Policía Armada, comúnmente conocidos como los grises. Después pasó a manos de un particular y fue rematriculado. Pero, como he comentado, acabó sus días olvidado a la intemperie. Parece más que por una cuestión de falta de uso que por avería. Ahora Andrés Sánchez Ruíz tiene que decidir si lo somete a un proceso de restauración completa o lo descompone para reutilizar sus piezas en otros modelos.








Una vez que se dejó el 1500 a buen recaudo en el garaje, nos fuimos a la feria ClassicAuto 2016. Allí nos vimos con Mario Rodríguez Ruíz y otros buenos amigos. Pasamos la jornada viendo expositores con auténticas joyas, venta de recambios, herramientas, demás artículos.... Parece que el tema del coche clásico en España está empezando a coger impulso y eso se nota en el precio de los recambios y de los propios vehículos, restaurados o sin restaurar. Es un indicativo que valoro positivamente, ya que se trata de devolver a la vida útil ingenios que han quedado relegados generacionalmente, pero pueden seguir circulando. Y a los que se les pueden aplicar distintos criterios a la hora de volver a ponerlos en marcha. Desde restauraciones puras y ortodoxas a también, por qué no, implantación de nuevas tecnologías.













Varios amigos no pudimos resistirnos a plantearnos el proyecto de un taller de restauración de vehículos. Pero como siempre, nos damos de morros contra el enorme muro compuesto por trabas financieras y legales. Emprender en este país es difícil y no cosa de pobres. 

Hay distintos grados de acabados a la hora de restaurar 

Un SEAT 1500 ambulancia y su restaurador 





Aún me considero un profano en el tema de la mecánica del automóvil y más concretamente de los sistemas de tracción con motores de combustión interna. Pero ayer, viendo tantos elementos, tales como culatas, árboles de levas, válvulas, conectores, embragues, correas de distribución, etc., no pude evitar pensar si tal vez se esté convirtiendo en una tecnología obsoleta. Me impresiona la enorme complejidad mecánica de estos ingenios, respecto a la simplicidad de los motores eléctricos. Creo que superando el problema del almacenamiento de la energía eléctrica en el vehículo, toca el relevo generacional hacia la tecnología eléctrica para vehículos. 




Pero en cuestiones tecnológicas no me gustan las afirmaciones totalitarias y aún se tendrán que seguir fabricando vehículos con motores de combustión interna, pero con un horizonte próximo de cambios. 

viernes, 12 de febrero de 2016

La restauración de la Áliva 7 de enero de 2016

El pasado fin de semana mis compañeros de VAPOR MADRID continuaron con el proceso de restauración de la locomotora Áliva. Como hecho culminante, aunque no definitivo, quedó instalada la cabina de la locomotora. En jornadas anteriores se instalaron los tanques laterales de agua.






Aún queda trabajo pendiente, como la instalación del sistema de engrase o cuestiones accesorias como el generador de corriente continua y su instalación eléctrica.




Esta experiencia está siendo un gran aprendizaje sobre qué criterios y métodos son mejores a la hora de devolver a la vida viejas, que no inútiles, máquinas víctimas del olvido y el óxido. Y no solo por eso. Fueron ingenios que tuvieron una vida útil y acusaron desgaste de sus órganos y mecanismos. Por lo que también es otra cuestión a la hora de ejecutar una restauración funcional.
De momento, la impresión estética que da ver la locomotora con casi todos sus ornamentos montados (falta el carenado sobre la caja de humos y cilindros), nos alienta a seguir trabajando hasta conseguir que el vapor vuelva a empujar sus émbolos y esta joya arrastre trenes. ¿Y qué trenes? Pues turísticos y culturales. Y al respecto he leído, hace poco, un artículo sobre la importancia de las locomotoras de vapor en los ferrocarriles turísticos británicos. A continuación pongo el enlace y comento unas cuestiones que me han resultado muy interesantes.


En su ensayo de 1941 titulado "El León y el Unicornio", George Orwell tachó a los ingleses de ser adictos a las aficiones y ocupaciones de tiempo libre. Tal vez sea este el rasgo que ha favorecido que el 90% de los trabajadores en la gestión de ferrocarriles históricos británicos sean voluntarios; unas 20000 personas. Pero la mayoría de dichos voluntarios superan los 50 años de edad, lo que denota un potencial problema generacional. Es necesario conseguir capital humano que permita la supervivencia de este patrimonio industrial vivo. Y yo diría, que más que conseguir, estimular dichas voluntades.

Existe preocupación por fomentar este tipo de actividades entre los jóvenes y evitar el riesgo de pérdida de conocimientos y la experiencia de los expertos. Esta transmisión de cultura es especialmente crítica en el ámbito de las locomotoras de vapor. Tristemente, la generación de trabajadores de los años 60 va desapareciendo. Según John Crane, director de la Heritage Railway Associatión (HRA), estos veteranos no están siendo reemplazados y es grave que no se transmitan sus destrezas a los jóvenes. Recordemos que se trata de tecnología obsoleta desde el punto de vista industrial (en la actualidad).

En conjunto, el Reino Unido e Irlanda, suman 130 ferrocarriles históricos, con 450 estaciones y 550 millas. Hablamos de más estaciones de las que tiene el metro de Londres. Dichos ferrocarriles traen consigo enormes beneficios económicos a las comunidades locales que conectan. Y se estima que aportan 250 millones de libras a la economía de ocio del Reino Unido. Según datos de la HRA, en 2014 viajaron 8,4 millones de personas en ferrocarriles históricos, un 9% más que en el año anterior.

Aunque son pocos casos, incluso hay ferrocarriles históricos usados para fines prácticos. Por ejemplo, el Swanage Railway, en Dorset, cuenta con un parking público y un paseo incorporado en la línea. Por lo que la gente utiliza este ferrocarril histórico para sus desplazamientos.

El North Yorkshire Moors Railway cuenta con 18 millas de recorrido sobre una de las líneas más antiguas de Inglaterra. Dispone de licencia para que sus trenes puedan circular 6 millas entre Grosmot y Whitby por vías de tráfico convencional. Además del propósito turístico, sirve de complemento práctico.

Los ferrocarriles británicos, desde sus inicios, han dejado una marca imborrable en la historia e identidad de la nación. Viajar en trenes históricos es una buena manera de conocer partes del país, habitualmente poco estimadas. De la misma manera, creo que es un ejemplo extrapolable a España. A pesar de la tardía llegada del ferrocarril a la Península Ibérica, es innegable su papel en la historia de nuestro desarrollo económico y social. Pero si no lo cuidamos, si corremos el peligro de que se borre ese protagonismo histórico. Y como sucede con los paisajes erosionados de la ribera del Jarama, los ferrocarriles históricos son una buena manera de dar a conocer lugares habitualmente ignorados por el gran público.




El fin oficial de la tracción vapor en el Reino Unido llegó en 1968, en las principales líneas ferroviarias. Y si han sobrevivido líneas históricas con este tipo de tecnología, ha sido gracias a grupos de entusiastas que se unieron y compraron locomotoras del desguace. Esto me recuerda a el caso de VAPOR MADRID, hace años. Parece más una cuestión de voluntad ciudadana que institucional.




Pero ahora es necesaria la inversión en la formación de jóvenes, para dotarlos de las habilidades necesarias que permitan seguir gestionando ferrocarriles históricos con tracción vapor. Por ejemplo, una de las carencias reside en la disponibilidad de personal cualificado para la confección de calderas.

A pesar de la gran dimensión de la red de ferrocarriles históricos británicos, ninguno de ellos recibe apoyo financiero del estado o gobiernos locales. Pero si es cierto que la formación está financiada por la Heritage Lottery Fund. Se trata de una fundación que gestiona dinero recaudado por la Lotería Nacional del Reino Unido para ayudar en la exploración, conservación y disfrute del patrimonio histórico británico. Y que no haya ayudas estatales parece extraño, teniendo en cuenta el potencial económico para las regiones que atraviesan estos ferrocarriles.

Si creemos que la tradición y el pasado deben ser conservados, seguramente también merezca la pena conservar en estado de funcionamiento locomotoras de vapor.


En el Reino Unido hay cada vez más líneas de ferrocarriles históricos. Cada día circulan más trenes y más días al año. Y las cifras marcan una trayectoria ascendente. Pero no hay que olvidar la necesidad de invertir en formación para que estos ferrocarriles puedan seguir contando con locomotoras de vapor.